miércoles, 19 de septiembre de 2012

Una tablet por 40 euros

Fue allá por 2005 cuando el gurú de las nuevas tecnologías Nicholas Negroponte presentó en el Foro de Davos la iniciativa OLPC (One Laptop Per Child, un portátil para cada niño), que pretendía fabricar ordenadores a 100 $ destinados a la alfabetización digital de los países pobres.

El proyecto, cuyo desarrollo no fue todo lo amplio que se merecía, dio lugar sin embargo a un fenómeno de downsizing (reducción de tamaño) que, capitaneado por Asus a través de su línea EeePC, eclosionaría a partir de 2007 en los netbooks, de tamaño y potencia limitados, pero también a un coste cercano a la mitad de los portátiles de entonces.

Algo parecido está sucediendo ahora en el universo de las tabletas. Tras la aparición del primer iPad de Apple, el Android de Google (en realidad una distribución de Linux, abierto pero con marca registrada) saltó de los smartphones a las tablets. La gratuidad de este sistema operativo (supeditado sin embargo a una cuenta de GMail) permitió que los usuarios pagaran solo por el hardware. Como consecuencia de ello practicamente todos los fabricantes de PCs mantienen su línea de tablets Android, si bien es cierto que a unos precios no siempre alejados de los del iPad.

Pero al mismo tiempo el filón de Android era aprovechado por los fabricantes chinos para lanzar mensualmente varios modelos a precios imbatibles. Y si bien es cierto que al principio montaban horribles pantallas resistivas y perezosos procesadores VIA8650, el panorama ha ido cambiando de un año para acá.
Allwinner, uno de esos fabricantes, presentó a finales de 2011 su procesador A10 a un coste mayorista de 7 $, seguido en abril de 2012 por su hermano menor, el A13, que a costa de eliminar la salida HDMI y el bluetooth rebaja el precio hasta los 5 $. Cabe señalar que ambos procesadores comparten la arquitectura ARM Cortex A-8, implementada en el primer iPad y en el iPhone 4.


Basta con escribir "A13 capacitive" en eBay, Pandawill o AliExpress para ver cuánto ha dado de sí, en lo que a descenso de precios se refiere, este desarrollo. Recientemente he comprado, por mera curiosidad, uno de estos tablets basados en el A13, y puedo asegurar que la impresión ha sido muy favorable, considerando por supuesto el precio: pagué, al cambio, 46 €, pero en las últimas semanas se ha situado a menos de 42 €.

Insisto en que conviene valorar esta tablet en función del precio. Se trata de un dispositivo con una configuración básica.

En el apartado de hardware, cuenta con un procesador a 1GHz con GPU Mali 400, 512 MB de memoria RAM DDR3, 4 GB de memoria flash interna (reducidos sensiblemente por el sistema operativo) y slot para microSD de hasta 16GB. Su puerto mini USB posee la función OTG, es decir, que puede funcionar como dispositivo maestro o como esclavo. Incorpora WIFI 802.11 b/g/n y una cámara frontal para videoconferencia de 1,3 Megapixels discreta (sin embargo, la resolución de las fotos es de 1600 X 1200, lo que da 1,92 Megapixels).

La pantalla es la clásica LCD de 7 pulgadas (nada de IPS) con 800 X 480 puntos de resolución (aunque AnTuTu indica un ancho de 432 puntos), capacitiva de 5 puntos (testeado) con una respuesta más que digna y sensor de movimiento.
La versión de Android que implementa es la nueva 4.0 Ice Cream Sandwich, con el Play Store,  Flash 11.1 y Youtube. Por supuesto incluye el español entre los idiomas incorporados.

Sus dimensiones son 182 X 121 X 10 mm, con carcasa de plástico obviamente. Se trata, por tanto, de un aparato muy fino y ligero, unos 380 gramos, lo que hace que no lo pensemos dos veces antes de cargar con él.

Los resultados de AnTuTu Benchmark sitúan las prestaciones de esta tablet entre las del Samsung Galaxy S y el Google Nexus S, dos smartphones que corren sobre un A8. No ofrece la experiencia de los dispositivos de doble núcleo, pero no está nada mal.

En la caja se incuye el cargador con enchufe europeo, un cable USB para conectar al ordenador y un cable OTG mini USB - USB para conectarle pendrives, discos externos, teclados o ratones, etc.

A estas alturas cabrá preguntarse qué es lo que no incorpora este tablet. Pues bien, no dispone, como dije al principio, de salida HDMI ni bluetooth, ni GPS, ni 3G, ni procesador de doble núcleo. Todos estos extras se pueden conseguir en el mercado de las tabletas chinas, pero juntos pueden elevar el presupuesto por encima de los 150 € (es lo que me costó hace más de un año la que uso habitualmente). Bien es cierto que es una cantidad inferior a la mitad de la de una tablet Samsung Galaxy GT-P3100, por ejemplo, pero es casi el cuádruple de lo que cuesta la que nos ocupa.

¿Y qué objeciones se le puede hacer a esta tablet?, os preguntaréis también. Bueno, yo destacaría dos, que se podrían aplicar a casi cualquier tablet china. La primera es que la batería ofrece poca autonomía. En algunas descripciones del producto se declara que monta una de 3000 mAh (no la he abierto y no lo puedo asegurar), pero también se indica, y es cierto, que dura entre 2 y 3 horas. Digamos 2 horas navegando por internet y 3 si apagamos la WIFI para leer libros con el FBReader.

La segunda objeción es que los vendedores no suelen identificar el producto, o que si se identifica puede adoptar diversos nombres. Esta en concreto la encontraréis bajo la referencia de Q88 en ciertos casos, pero solo en algunos, porque en la mayoría no lo dicen.

Y en cuanto al mejor precio, yo decidí comprársela por AliExpress a Shenzen Ele Technology Ltd en este enlace (que podrá desaparecer en cualquier momento, claro). Había algún vendedor que la ofrecía por un par de dólares menos, pero este había vendido muchas y sus compradores le daban buenas valoraciones. De hecho mi experiencia fue positiva: me llegó con bastante rapidez y bien empaquetada. Mientras escribo esto su precio es de 53,20 $, que son aproximadamente 41 €.

El único problema que he tenido es que la pantalla táctil respondía erróneamente con el cargador enchufado. En Androidcentral me enteré de que es un problema que les sucede incluso a smartphones de primeras marcas. Aunque se sugería la posibilidad de restaurar de fábrica el aparato a través del menú de Ajustes, preferí solucionarlo con un cargador de USB de pared más el cable que trae la tableta; así va fina, y no he vuelto a tener más problemas.
Para quienes quieran saber más e incluso cacharrear con esta tablet (por el precio que tienen se puede uno permitir el lujo), la web de referencia Slateroid tiene abierto un foro sobre estas tablets genéricas con A13.
Y por último, aquí os dejo un vídeo promocional.